lunes, 30 de abril de 2007

Los enfoques curriculares

De lo aprendido y estudiado fuera de clases, me llamaron la atención ciertos enfoques curriculares. A través de esta reflexión, quiero darle a conocer mis ideas de cada enfoque que según mi criterio son más interesantes:

Dentro de los enfoques curriculares tenemos el racionalismo académico que consiste en un concepto de currículo asociado a saberes conceptuales organizados en disciplinas, en el que consideran la cultura como una estructura conceptual secuenciada de una manera metódica y sistemática. Este enfoque es el más tradicional que el concepto de currículo ha recibido.
Dentro de la educación el racionalismo académico persigue el objetivo “educación como asimilación de conocimientos”, se encarga de enseñar conocimientos y no métodos. El alumno se limita a escuchar charlas y leer libros para aprender, no existe un desarrollo de sus propias experiencias. Este tipo de enfoque tiende generalmente a recurrir a libros ya preparados, lo que disminuye el trabajo que el docente debiera realizar.
Posee dos grandes versiones: la escuela clásica y escuela activa. La primera centrada en el aprendizaje de contenidos y la segunda basada en métodos como formas de hacer.
El enfoque conductista se encarga de enseñar una actividad técnica bajo parámetros de control y realización científica. Al contrario del enfoque anterior el aprendizaje es externo y está basado en el estímulo. Persigue tres corrientes:
· El currículo como sistema tecnológico de producción: El currículum es visto como un diseño donde se especifican los resultados pretendidos en un sistema tecnológico de producción. Es un diseño de objetivos generales, específicos y operativos de aprendizaje.
· El currículo como plan de instrucción: Documento en forma de plan de aprendizaje y como planificación de la instrucción. Incluye objetivos, contenidos, actividades y estrategias de evaluación.
· El currículum como conjunto de experiencias de aprendizaje: “todas las oportunidades de aprendizaje que proporciona la escuela”. Posee una visión del currículum mucho más amplia, ya que incluiría experiencias formales y no formales facilitadotas de aprendizaje.
El enfoque interpretativo, práctico, reconceptualista, interpretativo, interpretativo simbólico, interpretativo cultural, entre otras; pretende una revisión crítica de los modelos curriculares anteriores y busca una “escuela humanista” más allá de los modelos de hombre-máquina positivistas. Tiene su origen en el modelo conductual subyacente en los diseños curriculares clásicos. Este tipo de enfoque propone nuevos métodos de conocimiento. Conceptualiza a la persona en una realidad integrada de rasgos cognitivos, afectivos y sicomotores. Se centra en los procesos de enseñanza aprendizaje. Al igual que el enfoque conductista, se basa en tres corrientes:
· corriente reconceptualista
· corriente práctica
· corriente cognitiva.
El enfoque curricular interpretativo, como su nombre lo explicita, se basa en el significado que las personas le atribuyen a las cosas o hechos

lunes, 9 de abril de 2007

Paradigmas educativos

Entrando de lleno al tema de la pedagogía, nos encontramos con 5 paradigmas específicos que se tornan urgentes de comprender, analizar, ubicarlos de acuerdo a nuestro tiempo y espacio, contextualizarlos y aceptarlos o rechazarlos. Estos paradigmas a mi entender son una especie de ley, algo parecido a un marco de referencia que como futuros pedagogos debemos seguir. El fin ultimo de éste es reconceptualizar la idea de currículum, estrechar el espacio entre este mismo (currículum) y la practica profesional para evitar la rutina del proceso enseñanza-aprendizaje y crear una interacción dinámica entre profesor y alumno. Un paradigma educativo ayuda a gobernar sobre bases científicas la practica pedagógica, evalúa autocriticamente y perfecciona la practica pedagógica, comprende la practica docente, y engloba un marco de referencia para seguir las bases de una buena realización de la pedagogía. En resumen, podemos entender que los paradigmas educativos juegan un rol central en la practica docente desarrollada a diario por los profesores en el aula.
Dentro de los paradigmas más destacados tenemos;
Paradigma interpretativo: establece que existe una realidad dinámica, múltiple, construida y divergente. Se le da prioridad al autoaprendizaje y a la reflexión. El alumno es un constructor activo de su conocimiento basado en sus propias experiencias que lo llevan a entender y construir sus propios saberes.
Paradigma positivista: el alumno adquiere el rol de un individuo pasivo, es decir, se limita solo a escuchar lo que le profesor dicta, puesto que es éste quien toma las decisiones dentro de la sala de clases. Presentan una realidad estática y tienen como objetivo final facultar a los alumnos para incorporarlos de mejor forma al mercado laboral. Existe una estructura de control fuertemente establecida.
Paradigma sociocrítico: la toma de decisiones es en conjunto, participativa y comunitaria. Tiene como objetivo la participación social critica y constructiva. También se practica la negociación dentro de la sala de clases.

No podemos decidir si un paradigma es bueno o si el otro es malo. Cada uno de ellos ha sido creado de acuerdo a un contexto cultural y social histórico y basado por lo tanto en ello. Cada uno de estos modelos responde al mejoramiento de la relación enseñanza-aprendizaje dentro de las aulas, esta relación sin embargo, conlleva a una serie de otras relaciones que también se han intentado mejorar con los mismos paradigmas, como por ejemplo: el trato existente entre profesor-alumno.
Como futuros practicantes de la pedagogía, debemos asentarnos dentro de uno de los 5 paradigmas existentes. Al parecer se torna una decisión difícil, sin embargo es necesario comprender cada uno de ellos, contextualizarlo de acuerdo a nuestras necesidades y a la de nuestros alumnos, teniendo en cuenta nuestra realidad social y cultural y la de nuestros alumnos, tratando de adecuarlo siempre a la idea que tenemos de currículo.

Paradigmas educativos

Entrando de lleno al tema de la pedagogía, nos encontramos con 5 paradigmas específicos que se tornan urgentes de comprender, analizar, ubicarlos de acuerdo a nuestro tiempo y espacio, contextualizarlos y aceptarlos o rechazarlos. Estos paradigmas a mi entender son una especie de ley, algo parecido a un marco de referencia que como futuros pedagogos debemos seguir. El fin ultimo de éste es reconceptualizar la idea de currículum, estrechar el espacio entre este mismo (currículum) y la practica profesional para evitar la rutina del proceso enseñanza-aprendizaje y crear una interacción dinámica entre profesor y alumno. Un paradigma educativo ayuda a gobernar sobre bases científicas la practica pedagógica, evalúa autocriticamente y perfecciona la practica pedagógica, comprende la practica docente, y engloba un marco de referencia para seguir las bases de una buena realización de la pedagogía. En resumen, podemos entender que los paradigmas educativos juegan un rol central en la practica docente desarrollada a diario por los profesores en el aula.
Dentro de los paradigmas más destacados tenemos;
Paradigma interpretativo: establece que existe una realidad dinámica, múltiple, construida y divergente. Se le da prioridad al autoaprendizaje y a la reflexión. El alumno es un constructor activo de su conocimiento basado en sus propias experiencias que lo llevan a entender y construir sus propios saberes.
Paradigma positivista: el alumno adquiere el rol de un individuo pasivo, es decir, se limita solo a escuchar lo que le profesor dicta, puesto que es éste quien toma las decisiones dentro de la sala de clases. Presentan una realidad estática y tienen como objetivo final facultar a los alumnos para incorporarlos de mejor forma al mercado laboral. Existe una estructura de control fuertemente establecida.
Paradigma sociocrítico: la toma de decisiones es en conjunto, participativa y comunitaria. Tiene como objetivo la participación social critica y constructiva. También se practica la negociación dentro de la sala de clases.

No podemos decidir si un paradigma es bueno o si el otro es malo. Cada uno de ellos ha sido creado de acuerdo a un contexto cultural y social histórico y basado por lo tanto en ello. Cada uno de estos modelos responde al mejoramiento de la relación enseñanza-aprendizaje dentro de las aulas, esta relación sin embargo, conlleva a una serie de otras relaciones que también se han intentado mejorar con los mismos paradigmas, como por ejemplo: el trato existente entre profesor-alumno.
Como futuros practicantes de la pedagogía, debemos asentarnos dentro de uno de los 58 paradigmas existentes. Al parecer se torna una decisión difícil, sin embargo es necesario comprender cada uno de ellos, contextualizarlo de acuerdo a nuestras necesidades y a la de nuestros alumnos, teniendo en cuenta nuestra realidad social y cultural y la de nuestros alumnos, tratando de adecuarlo siempre a la idea que tenemos de currículo.