lunes, 19 de noviembre de 2007

Un minuto con los pies en la Tierra

En esta época a la que llamamos post-moderna, nos encontramos sumergidos dentro de una sociedad con una evidente crisis a nivel macro y micro de la configuración valórica.
Un mundo en el que la globalización ha tocado las puertas de cada hogar sin medir diferencias de cultura, de clase social, y la economía liberal está dispuesta a derribar cuanta barrera se cruce por su camino, la humanidad y específicamente cada miembro que la compone ha tenido que limitarse sólo a "aceptar". Es aquí donde se nos confiere el adjetivo de sujetos pasivos, sin capacidad de crítica ni propia opiniones. Como consecuencia de esta globalización, se ha vuelto inminente la presencia material de soportes informáticos y audiovisuales. El mercado se ha encargado de mantener este tipo de objetos (televisión, computadoras, radios, etc.) al alcance de todos, simulando a su vez una cultura que parece al alcance de cualquiera, sin embargo, desde una perspectiva mas critica; el acceso a la información transmitida no esta equitativamente repartida en la actualidad debido fundamentalmente a que la capacidad intelectual para lograr interpretar la información no es igual para todos. Por otro lado, la búsqueda de la identidad personal se basa primordialmente en la competitividad y en el consumo como indicadores de estatus, sin querer nos hemos encargado de transformar el ser al tener. Castoriadis (1994) afirma que vivimos la fase más conformista de la historia moderna, pues bajo la apariencia de libertad individual todos recibimos pasivamente el único sentido que el sistema nos propone e impone de hecho: el teleconsumo, mezcla de consumo y televisión, de consumo simulado a través de la televisión.
Otro potencial negativo que ofrece la cultura poderosa de medios de comunicación de masa es el dominio de la apariencia. Es común en el contexto cotidiano observar cuerpos esbeltos, bellezas externas, grandes riquezas, lujosos lugares para vacacionar, tentadores precios, etc. Dentro de esta gran problemática del dominio de la apariencia y el teleconsumo, nos enfrentamos por ejemplo a una de sus tantas consecuencias dentro de las comunidades: trastornos alimenticios como anorexia, bulimia, producto de esta agresiva "cultura de la apariencia". Sánchez Mellado (1996) afirma "que el cuerpo, considerado durante milenios como despojo transitorio condenado a la putrefacción es el nuevo dios pagano de la secta con mas adeptos del mundo". Nos hemos transformado en unos locos desesperados por alcanzar lo que se nos impone sin disfrutar el momento, por miedo a no encajar en una sociedad en la que los modelos se encuentran difundidos entre la publicidad.

domingo, 28 de octubre de 2007

Evaluemos el sistema educativo en Chile

Hace algún tiempo atrás, recuerdo recuerdo haber estudiado lo que es la Reforma Educacional mediante un juicio. ¿Era culpable? La sentencia final dictaminó que la reforma era culpable. Si analizamos cada elemento que la constituye podríamos consensuar en que posee una buena calidad en cuanto a contenido, sin embargo, desde el momento en que se llevo a práctica, se observó un fracaso. Existen muchos motivos para dar respuesta a esta frustración, yo creo que el principal consiste en las bases en las cuales está sentada esta Reforma, puesto que no concuerdan con el contexto educacional socio-cultural al que cada uno de nuestros alumnos están sometidos; como ya sabemos, es solo una mera copia de alguna otra Reforma Educacional que sí tuvo éxito.
Dentro de la implantación de esta Reforma existe un enfoque marcado: la diferencia entre educación científico-humanista y la educación técnico-profesional. Cuando comenzó a hacerse efectiva esta diferencia, a partir del año 1990, se observó un inminente éxito para aquellos alumnos que completaban su educación en establecimientos técnico-profesionales; tenían muchas ventajas: estudiaban 4 años, podían acceder a un titulo y desenvolverse de forma competente en el mercado laboral. Todos sabemos que hoy en día la situación ya no es la misma. Nos encontramos en un mundo cada vez más competitivo y aunque la presencia de establecimientos técnico-profesionales sigue vigente, los alumnos que allí estudian optan también por complementar su educación asistiendo a estudios superiores.
Otro potencial puesto en marcha por la Reforma fue la implantación de la Jornada Escolar Completa. Causó gran impacto entre los alumnos, sin embargo; y después de haber entrevistado a muchos estudiantes de enseñanza media, incluyéndome, pues también la viví; concordamos en lo siguiente: la J.E.C finalmente no cumple con su objetivo, mejorar la calidad de la educación, mas bien se transformó en un desorden y los tiempos no se ocupaban en estudiar.
Veamos ahora el asunto de la infraestructura. Supuestamente la Reforma apoyaría a los establecimientos con instalaciones, servicios (salas en buen estado, baños, gimnasios, entre otros). ¿Ha sido así? Enfoquémonos en los establecimientos municipales; realmente son un desastre, lo digo porque estudie en uno de ellos y la estadía allí no era muy gratificante que digamos, sin embargo, un establecimiento subvencionado generalmente tiene un buen aspecto en cuanto a infraestructura. De aquí se desprende un problema que siempre ha estado presente en Chile “la diferencia de clases sociales”. Desde los comienzos de la Reforma, existe una prueba a nivel nacional que mide el conocimiento de los alumnos, el SIMCE; las evidencias que aportan por la comparación de éstos resultados se resume en que los alumnos que asisten a colegios particulares y subvencionados generalmente están por sobre el nivel de alumnos que asisten a establecimientos municipales. Si bien esta brecha se ha visto levemente disminuida, sigue presente.

¿Cómo fue llevada a cabo esta Reforma? En términos cuantitativos el Estado pidió un préstamo al Banco Mundial, el que financio algunos de los proyectos. Existe aquí una revisión de logros de programas, emprendida por el Banco Mundial en 2001 que arrojó lo siguiente:
“…menos de la mitad de los estudiantes que ingresan a la educación secundaria completarán el ciclo en cuatro años. Esta situación es más aguda en las familias que pertenecen al quintil más bajo de ingresos y con estudiantes que asisten a establecimientos municipales. En los colegios particulares pagados, el 75% de los estudiantes que entra a primer año medio, completará el ciclo de educación secundaria en 4 años. Cerca del 40% de los estudiantes de primer año medio en los establecimientos secundarios municipalizados nunca completará el ciclo, comparado con 23.4% en colegios particulares subvencionados y 10.6% en los particulares pagados.”
El Banco también tuvo una visión positiva del nuevo currículo:
“El currículo revisado de establecimientos secundarios incluye un ajuste más apropiado a las futuras necesidades de la sociedad y ha modificado radicalmente los tradicionales, y en gran parte inefectivos, métodos de enseñanza frontales.” (World Bank, 2001, p.5).
Antes de terminar quiero mencionar un tema, mas bien un problema social-cultural que nunca acaba: “la deserción escolar”. La deserción escolar generalmente ocurre en los sectores sociales más vulnerables, es una especie de círculo vicioso que jamás les permitirá salir adelante. Actualmente se observa una disminución por la ley que se implanto de 8 más 4 años de escolaridad completa. Sin embargo, aunque existen programas de nivelación de estudios como lo es Chile Califica, existe una gran población en Chile de personas analfabetas, o que no han terminado su ciclo escolar.
Para concluir, considero que la Reforma Educacional no en esencia no es culpable, son más bien culpables los entes o actores sociales encargados de llevarla a cada sala de clases. Nuestros alumnos necesitan profesores instruidos e innovadores, que realicen clases dinámicas y rompan el tradicional esquema que existe.
Se necesita con suma urgencia elevar los estándares de calidad de la educación chilena; el mercado laboral, esta sociedad competitiva y el mundo cada vez más globalizado nos lo están exigiendo.

sábado, 22 de septiembre de 2007

Segunda reflexión

A lo largo de nuestra historia, siempre ha estado presente la diferencia de clases sociales de una u otra forma. Por más luchas que se han emprendido, la estigmatización social sigue vigente en la actualidad con una fuerza implícita indescriptible. En cada contexto, aun en el sistema educativo observamos grandes diferencias, ya no solo de clases sociales sino de clases intelectuales. Es muy común dentro del aula de clases la diferencia que los mismos docentes potencian entre alumnos inteligentes y capaces; los de nivel medio; y los “tontos o porros”. Existe una práctica que fomenta cada una de las diferencias mencionada anteriormente: LA EVALUACION. Desde su origen, la evaluación se centró en el acto de juzgar las cosas. Hoy nos encontramos frente a una evaluación que pretende asignar valores precisos de medición a determinados objetos evaluativos. Como nos señala Ángel Díaz Barriga (1994): “Si el examen no es un problema ligado históricamente al conocimiento, si es un problema signado por las cuestiones sociales, sobre todo aquellas que no se pueden resolver”.
Existe en este ámbito una controversia fundamental pues lo que hoy en día nos dice la teoría no es exactamente lo que se emplea en la practica, es decir, actualmente se acepta una concepción de la evaluación como “el proceso de delinear, obtener, procesar y proveer información valida, confiable y oportuna que nos permita juzgar el merito o valía de los programas, procedimientos y productos con el fin de tomar decisiones” (P. Ahumada, 1989). La revisión de prácticas profesionales en el aula, en cualquier nivel del sistema arroja como resultado que la evaluación sigue siendo entendida por sus ejecutores como un suceso aislado de la enseñanza-aprendizaje.
Según mi criterio, la evaluación debe ser vista desde un sentido amplio, es decir, debe incluir situaciones de aprendizaje de la vida real de cada alumno que asegures una verdadera comprensión de lo que se quiere enseñar. La evaluación debe estar centrada fundamentalmente en procesos más que en resultados. De esta forma se mejora la calidad y nivel de aprendizaje aumentando la posibilidad de que todos nuestros alumnos aprendan. Collins, Brown y Neuman (1995) señalan que esta forma de evaluación se “concibe como un proceso colaborativo y multidireccional, en el cual los alumnos se autoevalúan, son evaluados por sus pares y por el maestro y este a su vez aprende de y con sus alumnos”.
Antes de finalizar, me gustaría detenerme un momento en el contexto actual real de los estudiantes. Se ha masificado enormemente las diferentes tendencias de moda o estilos en nuestros adolescentes: pokemones, pelolais, visual, etc. Niños que manejan con una enorme facilidad los medios informáticos y de entretenimiento. Entonces: ¿les llamara la atención una clase tradicional usando solamente un sistema oral como transmisión de conocimientos? El desafío no es menor si tomamos en cuenta que gran parte de las instituciones educativas no están preparadas para asumir este importante desafío. Es necesario fragmentar todo un esquema y cambiar las visiones de muchos docentes y estudiantes acerca del concepto de evaluación por una visión integradora de los diversos contenidos agregándoles su respectivo valor ético.

sábado, 25 de agosto de 2007

1ª reflexion, 2º semestre

La educación. Un tema particularmente complicado. Si analizamos a nivel macro la educación chilena nos damos cuenta de la mala calidad que ésta posee. Sin embargo aquí influyen una cantidad muy diversa de factores sociales, económicos, culturales, políticos, agentes sociales, entre otros que de alguna manera contribuyen intensificando o limitando este proceso.
Dentro de esta múltiple variedad de factores se encuentra “la evaluación”, entendida mas que un proceso de naturaleza técnica, como una actividad penetrada de dimensiones sicológicas, políticas y morales. Si nos centramos directamente en la practica dentro de las aulas de clases nos damos cuenta de inmediato que ninguno de los profesionales que trabajan en una institución realiza el mismo tipo de evaluación. Esto nos indica que en nuestra realidad actual se aplica la evaluación por parte de los docentes con diferentes fines: un valor de uso (es decir: es útil, posee relevancia y significación, despierta interés, genera motivación…) y un valor de cambio (es decir se puede canjear por una calificación). Es aquí donde enfrentamos a evaluadores que clasifican y etiquetan a los evaluados atribuyéndoles capacidades inamovibles que condicionan y predisponen solo al fracaso o al éxito. La política de etiquetado, como nos explica Michael Apple (1986) no se realiza de manera casual:
“una gran parte de la literatura de etiquetado de los niños de la escuela descansa en una rama particular del idealismo. Es decir: supone que las identidades de los alumnos son creadas totalmente por las percepciones que los profesores tienen de los estudiantes en el aula. Sin embargo, no es simplemente una cuestión de que la conciencia de los profesores crea la conciencia de los niños: por ejemplo, un profesor concibe a un estudiante como realmente torpe, y en consecuencia el niño se vuelve realmente torpe…además de eso se hayan también profundamente implicadas las expectativas y circunstancias materiales objetivas que forman y rodean el entorno escolar” (Apple, 1986:184-185).
En el sistema educativo actual, la mayor cantidad de docentes aplica la evaluación hacia los evaluados con un valor de cambio. Esto genera en los estudiantes una constante competencia a costa de la derrota de otros asumiendo únicamente ellos la responsabilidad de una buena o mala calificación dejando en un segundo plano si realmente aprendieron.
Es aquí donde se olvida la integridad moral, social y cultural de cada uno de nuestros aprendices y olvidamos concebirlos como entes activos socialmente con una potencial capacidad cognitiva y una realidad cultural diferente a la del resto.
Sin embargo: ¿Qué sucede con el aprendizaje? ¿Le estamos atribuyendo la importancia que realmente merece? Lamentablemente no. Estamos tan enraizados en un sistema educativo dentro del cual la evaluación es vista por parte de los alumnos como una especie de canje que no nos permite atribuirle el verdadero significado: “la evaluación no se utiliza como un instrumento de aprendizaje para el que enseña (Santos Guerra, 2001), sino como un simple modo de comprobación del esfuerzo realizado por el que aprende”.
Antes de finalizar mi reflexión quiero hacer hincapié en un suceso muy particular: cuando los alumnos no han podido aprender se debe a su exclusiva responsabilidad, son torpes, están mal preparados, no tienen base, no tienen la suficiente motivación, en fin. Muy pocas veces se responsabiliza a los docentes del fracaso que experimentan sus alumnos. Personalmente creo que tanto el éxito o el fracaso que experimenten se debe en gran parte a la labor que realiza el docente; puesto que sobre el recae la gran responsabilidad de entregar su saber sabio y transponer ese conocimiento de forma clara con el fin de que sus alumnos aprendan y logren introducir nuevos esquemas mentales. De aquí es muy cierto que “la evaluación se ha circunscrito a los aprendizajes de los alumnos pero, como es lógico, hay que evaluar también la docencia” (Jiménez Jiménez, 1999).
Es ahora tarea de nosotros como futuros profesionales de la educación transformar las situaciones en las que se desarrolla la practica y mejorar el sentido de la evaluación para crear alumnos motivados, creadores, con capacidad analítica y de reflexión, alumnos capaces de comprender argumentar e investigar.

viernes, 13 de julio de 2007

Segunda Reflexión: Didáctica

Es común oír en una sala de clases a los alumnos decir: “que fome el profe”, “me latea”, “siempre es lo mismo”, “nunca he visto algo nuevo en sus clases”…y así, muchos comentarios de “pasillos”. Para comenzar un cambio rotundo en las clases aburridas, rutinarias y estáticas de ese profesor, partiré primero por romper el esquema, romper “paradigmas”, definido como: “conjunto de supuestos teóricos generales, las leyes y las técnicas para su aplicación que adoptan los miembros de una determinada comunidad científica” (Thomas Kuhn). Como se analizó en clases anteriores, es muy común que se utilice frecuentemente paradigmas asociados a la sala de clases como por ejemplo: la postura rígida de los alumnos frente al pizarrón, la postura del profesor sobre la tarima, la idea de que el profesor sabe el alumno no sabe, restringir la idea de enseñanza a conocimiento, el criterio de silencio como indicador de disciplina, el criterio de escuchar como la única forma de participar, entre otros.
Como mencioné en la primera reflexión de didáctica; es movimiento, dinámica, constante estudio, ideologías, procesos, métodos, técnicas, experiencias.
Asociado a la sala de clases, la didáctica nace con el objetivo de hacer adquirir un saber (Brousseau, 1986). Desde esta perspectiva se desprende una cascada de hechos importantes unidos estrechamente, necesarios para poder funcionar en su totalidad. Si lo analizamos de este modo, podría definir didáctica asociada a la sala de clases como un especie de máquina, la que necesita de muchos elementos para poder funcionar. Nace de un profesor como mediador de la didáctica en la sala de clases, se refleja al traspasar conocimientos de una forma activa para desarrollar la capacidad de los alumnos, sin embargo, esta actividad debe estar sentada sobre bases “didácticas y dinámicas” de algunas herramientas que colaboren con este proceso tales como Internet, videos, entre otros. Un factor que considero adquiere relevancia en este proceso es la “capacidad” que posee el docente de traspasar ese saber sabio a los alumnos con rapidez, alegría y eficacia para convertirlo en un aprendizaje significativo.

Primera Reflexión: Didáctica

Como sociedad poco reflexiva y crítica estamos acostumbrados a recibir lo que ya esta estipulado en algún papel porque alguien así lo dijo. Esta vez quiero romper la realidad conservadora y crear mis propios puntos de vista acerca de un concepto muy complejo de poder definir: “DIDACTICA”; deriva de el griego didaktiké: enseñar, exponer con claridad, instruir. Desde una perspectiva multidinámica, excluimos todo significado que atribuya a ésta un carácter estático. Didáctica es movimiento, dinámica, constante estudio, ideologías, procesos, métodos, técnicas, experiencias.
Es un concepto de esencia muy compleja, se ha intentado definir durante muchos años, desde la antigua griega clásica determinado como: “un género literario que pretende enseñar, formar al lector”; hasta autores actuales:…”disciplina científica y campo de investigación cuyo fin es identificar, caracterizar y comprender los fenómenos y procesos que condicionan la enseñanza y el aprendizaje. Estudia las relaciones entre las características sociales de los procesos de interacción, el pensamiento del profesor y el de los estudiantes, desde una perspectiva metodológica” (Godino, 2004). De este modo observamos claramente los cambios evolutivos de la didáctica de acuerdo al contexto social y espacio en el que se vive. Es una forma de adecuar y actualizar el amplio contenido de este concepto en el que influyen factores externos tales como la política, la sociedad, las distintas corrientes de pensamiento, y un factor muy importante: la “subjetividad” de quien crea el concepto. Es una relación ligada estrechamente a la objetividad del contexto, podríamos decir entonces, una mezcla entre ambos para lograr definir didáctica.
Dentro de la sala de clases la didáctica es una especie de saber sabio que se debe transponer a los alumnos de forma práctica para lograr transformarlo en un aprendizaje significativo; son los métodos de enseñanza y aprendizaje tanto del profesor como del alumno, las relaciones e interacción de pares.”Implica la transformación de los contenidos disciplinarios en proyectos de enseñanza y se expresa en estructuras conceptuales y procedimientos para la apropiación del objeto de estudio asegurando un aprendizaje efectivo” (MECE/media, 1999. Es aquí también donde nace lo que hemos trabajado anteriormente: “el currículum”. Ahora nos preguntaremos: ¿Qué hace currículum en la didáctica? Esta última es una forma de aplicación del currículum, es decir de todo aquello que esta estipulado en los libros, en los contenidos, en las unidades a tratar en cada nivel escolar, o sea; un currículo explicito. En este ámbito, la tarea de la didáctica es traspasar lo que allí esta convenido de una forma práctica utilizando métodos teórico-prácticos tecnológicos y científicos para lograr crear en el alumno un aprendizaje efectivo de aquello que se expone.
Considero que de acuerdo a nuestra condición de futuros profesores se hace extremadamente necesario conocer en detalle cada característica y definición; aceptarla y/o modificarla de acuerdo a nuestro espacio, cultura, y contexto social para aplicar eficazmente la didáctica en nuestro ejercicio profesional. No es una tarea menor puesto que es nuestra responsabilidad “educar” de acuerdo a una aplicación didáctica a nuestros futuros alumnos.

lunes, 7 de mayo de 2007

Observacion

Profesora: la reflexion de los enfoques curriculares la realize extra. Puede que este demasiado tecnica pero si tiene algun tiempo por ahi, la revisa y despues me dice que opinion le merece.

Reflexiòn: La Reforma Curricular, El Juicio

La reforma curricular es un tema que adquiere cada dia mas fuerza en nuestro pais. El gran dilema: ¿Es culpable?
Si analizamos el tema de la reforma desde el documento que la contiene impresa nos daremos cuenta que en escencia el curriculum y todo lo que alli contiene es bueno, en ninguna instancia perjudica a los personajes finales por los cuales fue creado ni atenta a nuestra integridad personal.
La reforma es un proceso que requiere de tiempo para poder tener exito y de que todos los entes relacionados a ella esten de acuerdo con cada punto a tratar, entre otras cosas.
Segun mi criterio la Reforma es neutra, se centra en mejorar la calidad educativa de este pais. Si bien es cierto es una copia de la Reforma española, no ha tenido tanto exito pues aqui influyen variables dificiles de controlar. La Reforma hoy esta sentada en las bases del contexto chileno, vale decir, tomando en cuenta la sociedad politica, economica, cultural y social. Es posible que en los años que se inyecto la Reforma en Chile estos criterios anteriormente menciondados no fueron debidamente estudiados; y este punto (entre otros) pudo haber gatillado los problemas a los cuales se enfrentaria mas tarde.
Para adentrarnos un poco mas en el tema de la Reforma Curricular actual es necesario estudiar el contexto en el que hoy vivimos. Chiles es un pais completamente politizado, todo lo que sucede se evalua rigurosamente de acuerdo a la conveniencia del partido que demanda mayor cantidad de individuos en el gobierno. Segun mi opinion, es por esta razon que la educacion no preocupa mayormente.
Esta estipulado en La Reforma Curricular 5 pilares fundamentales,en esta ocacion me voy a referir al pilar que estudie: La Capacitacion Docente. Existen actualmente pasantias, becas, programas de mejoramiento docente, magister, y muchos otros tipos de programas que fortalecen la gestion docente en el aula, el problema esta en que los profesores no se motivan a seguir alguno de ellos y de este modo seguir perfeccionandose en su area o investigar mas alla. Con respecto a la motivacion de los docentes existen programas como es el caso de la AEP, Asignacion de Excelencia Academica, este programa mide conocimientos y gestiones en el aula. Pueden postular actualmente los profesores de todos los niveles y de las distintas areas.
Entonces, considerando lo anteriormente dicho, la Reforma en escencia no es mala, es muy buena, el problema radica en los individuos que hoy y hace años la llevan a cabo.
Creo que es tarea de cada uno investigar las bases de èsta y contextualizarla de acuerdo a la epoca y lugar en el que nos encontremos.

lunes, 30 de abril de 2007

Los enfoques curriculares

De lo aprendido y estudiado fuera de clases, me llamaron la atención ciertos enfoques curriculares. A través de esta reflexión, quiero darle a conocer mis ideas de cada enfoque que según mi criterio son más interesantes:

Dentro de los enfoques curriculares tenemos el racionalismo académico que consiste en un concepto de currículo asociado a saberes conceptuales organizados en disciplinas, en el que consideran la cultura como una estructura conceptual secuenciada de una manera metódica y sistemática. Este enfoque es el más tradicional que el concepto de currículo ha recibido.
Dentro de la educación el racionalismo académico persigue el objetivo “educación como asimilación de conocimientos”, se encarga de enseñar conocimientos y no métodos. El alumno se limita a escuchar charlas y leer libros para aprender, no existe un desarrollo de sus propias experiencias. Este tipo de enfoque tiende generalmente a recurrir a libros ya preparados, lo que disminuye el trabajo que el docente debiera realizar.
Posee dos grandes versiones: la escuela clásica y escuela activa. La primera centrada en el aprendizaje de contenidos y la segunda basada en métodos como formas de hacer.
El enfoque conductista se encarga de enseñar una actividad técnica bajo parámetros de control y realización científica. Al contrario del enfoque anterior el aprendizaje es externo y está basado en el estímulo. Persigue tres corrientes:
· El currículo como sistema tecnológico de producción: El currículum es visto como un diseño donde se especifican los resultados pretendidos en un sistema tecnológico de producción. Es un diseño de objetivos generales, específicos y operativos de aprendizaje.
· El currículo como plan de instrucción: Documento en forma de plan de aprendizaje y como planificación de la instrucción. Incluye objetivos, contenidos, actividades y estrategias de evaluación.
· El currículum como conjunto de experiencias de aprendizaje: “todas las oportunidades de aprendizaje que proporciona la escuela”. Posee una visión del currículum mucho más amplia, ya que incluiría experiencias formales y no formales facilitadotas de aprendizaje.
El enfoque interpretativo, práctico, reconceptualista, interpretativo, interpretativo simbólico, interpretativo cultural, entre otras; pretende una revisión crítica de los modelos curriculares anteriores y busca una “escuela humanista” más allá de los modelos de hombre-máquina positivistas. Tiene su origen en el modelo conductual subyacente en los diseños curriculares clásicos. Este tipo de enfoque propone nuevos métodos de conocimiento. Conceptualiza a la persona en una realidad integrada de rasgos cognitivos, afectivos y sicomotores. Se centra en los procesos de enseñanza aprendizaje. Al igual que el enfoque conductista, se basa en tres corrientes:
· corriente reconceptualista
· corriente práctica
· corriente cognitiva.
El enfoque curricular interpretativo, como su nombre lo explicita, se basa en el significado que las personas le atribuyen a las cosas o hechos

lunes, 9 de abril de 2007

Paradigmas educativos

Entrando de lleno al tema de la pedagogía, nos encontramos con 5 paradigmas específicos que se tornan urgentes de comprender, analizar, ubicarlos de acuerdo a nuestro tiempo y espacio, contextualizarlos y aceptarlos o rechazarlos. Estos paradigmas a mi entender son una especie de ley, algo parecido a un marco de referencia que como futuros pedagogos debemos seguir. El fin ultimo de éste es reconceptualizar la idea de currículum, estrechar el espacio entre este mismo (currículum) y la practica profesional para evitar la rutina del proceso enseñanza-aprendizaje y crear una interacción dinámica entre profesor y alumno. Un paradigma educativo ayuda a gobernar sobre bases científicas la practica pedagógica, evalúa autocriticamente y perfecciona la practica pedagógica, comprende la practica docente, y engloba un marco de referencia para seguir las bases de una buena realización de la pedagogía. En resumen, podemos entender que los paradigmas educativos juegan un rol central en la practica docente desarrollada a diario por los profesores en el aula.
Dentro de los paradigmas más destacados tenemos;
Paradigma interpretativo: establece que existe una realidad dinámica, múltiple, construida y divergente. Se le da prioridad al autoaprendizaje y a la reflexión. El alumno es un constructor activo de su conocimiento basado en sus propias experiencias que lo llevan a entender y construir sus propios saberes.
Paradigma positivista: el alumno adquiere el rol de un individuo pasivo, es decir, se limita solo a escuchar lo que le profesor dicta, puesto que es éste quien toma las decisiones dentro de la sala de clases. Presentan una realidad estática y tienen como objetivo final facultar a los alumnos para incorporarlos de mejor forma al mercado laboral. Existe una estructura de control fuertemente establecida.
Paradigma sociocrítico: la toma de decisiones es en conjunto, participativa y comunitaria. Tiene como objetivo la participación social critica y constructiva. También se practica la negociación dentro de la sala de clases.

No podemos decidir si un paradigma es bueno o si el otro es malo. Cada uno de ellos ha sido creado de acuerdo a un contexto cultural y social histórico y basado por lo tanto en ello. Cada uno de estos modelos responde al mejoramiento de la relación enseñanza-aprendizaje dentro de las aulas, esta relación sin embargo, conlleva a una serie de otras relaciones que también se han intentado mejorar con los mismos paradigmas, como por ejemplo: el trato existente entre profesor-alumno.
Como futuros practicantes de la pedagogía, debemos asentarnos dentro de uno de los 5 paradigmas existentes. Al parecer se torna una decisión difícil, sin embargo es necesario comprender cada uno de ellos, contextualizarlo de acuerdo a nuestras necesidades y a la de nuestros alumnos, teniendo en cuenta nuestra realidad social y cultural y la de nuestros alumnos, tratando de adecuarlo siempre a la idea que tenemos de currículo.

Paradigmas educativos

Entrando de lleno al tema de la pedagogía, nos encontramos con 5 paradigmas específicos que se tornan urgentes de comprender, analizar, ubicarlos de acuerdo a nuestro tiempo y espacio, contextualizarlos y aceptarlos o rechazarlos. Estos paradigmas a mi entender son una especie de ley, algo parecido a un marco de referencia que como futuros pedagogos debemos seguir. El fin ultimo de éste es reconceptualizar la idea de currículum, estrechar el espacio entre este mismo (currículum) y la practica profesional para evitar la rutina del proceso enseñanza-aprendizaje y crear una interacción dinámica entre profesor y alumno. Un paradigma educativo ayuda a gobernar sobre bases científicas la practica pedagógica, evalúa autocriticamente y perfecciona la practica pedagógica, comprende la practica docente, y engloba un marco de referencia para seguir las bases de una buena realización de la pedagogía. En resumen, podemos entender que los paradigmas educativos juegan un rol central en la practica docente desarrollada a diario por los profesores en el aula.
Dentro de los paradigmas más destacados tenemos;
Paradigma interpretativo: establece que existe una realidad dinámica, múltiple, construida y divergente. Se le da prioridad al autoaprendizaje y a la reflexión. El alumno es un constructor activo de su conocimiento basado en sus propias experiencias que lo llevan a entender y construir sus propios saberes.
Paradigma positivista: el alumno adquiere el rol de un individuo pasivo, es decir, se limita solo a escuchar lo que le profesor dicta, puesto que es éste quien toma las decisiones dentro de la sala de clases. Presentan una realidad estática y tienen como objetivo final facultar a los alumnos para incorporarlos de mejor forma al mercado laboral. Existe una estructura de control fuertemente establecida.
Paradigma sociocrítico: la toma de decisiones es en conjunto, participativa y comunitaria. Tiene como objetivo la participación social critica y constructiva. También se practica la negociación dentro de la sala de clases.

No podemos decidir si un paradigma es bueno o si el otro es malo. Cada uno de ellos ha sido creado de acuerdo a un contexto cultural y social histórico y basado por lo tanto en ello. Cada uno de estos modelos responde al mejoramiento de la relación enseñanza-aprendizaje dentro de las aulas, esta relación sin embargo, conlleva a una serie de otras relaciones que también se han intentado mejorar con los mismos paradigmas, como por ejemplo: el trato existente entre profesor-alumno.
Como futuros practicantes de la pedagogía, debemos asentarnos dentro de uno de los 58 paradigmas existentes. Al parecer se torna una decisión difícil, sin embargo es necesario comprender cada uno de ellos, contextualizarlo de acuerdo a nuestras necesidades y a la de nuestros alumnos, teniendo en cuenta nuestra realidad social y cultural y la de nuestros alumnos, tratando de adecuarlo siempre a la idea que tenemos de currículo.

viernes, 16 de marzo de 2007

primera reflexion

Acerca de la dinamica de las clases a las que he asistido; me parecen bastante practicas, poco lateras, entretenidas, entiendase que "entretenidas" no es el sinonimo de dinamicas. me refiero a que las clases no son planas ni usted se dedica solo a hablar.
en cuanto al curriculum; entiendo por este que son un conjunto de caracteristicas tanto fisicas, sociales y sicologicas que desenvuelven la vida estudiantil del alumno, es decir; sala de clases, relaciones interpersonales (alumno profesor)infraestructura general del establecimiento, grado de cultura, en fin. todas estas caracteristicas apuntan a un proyecto que tiene como fin comprender el alumno y sacr a relucir sus mejores cualidades.